Concatedral de San Juan de Malta
La fachada austera de la Concatedral de San Juan contrarresta el esplendor de su interior. Se trata de uno de los templos barrocos más impresionantes del mundo que alberga tesoros como La decapitación de Juan Bautista de Caravaggio.
La Concatedral de San Juan es una joya barroca que refleja el legado de los Caballeros de San Juan en La Valeta. Es una de las visitas imprescindibles de Malta por el contraste entre su austera fachada y la riqueza del interior, que no deja indiferente a ningún visitante.
Los orígenes de la catedral
Tras la victoria de los Caballeros de la Orden en el Gran Asalto de Malta de 1565, los fondos recaudados y la riqueza acumulada se empleó para construir una nueva ciudad, La Valeta, con una gran catedral consagrada a San Juan Bautista.
Los caballeros ordenaron la construcción del templo a Gerolamo Cassar y el diseño del interior al maltés Mattia Preti. Seis años después, en 1578, la Concatedral de San Juan estaba terminada y se convertía en el templo barroco más importante de Malta.
Hoy en día, es posible ver las láminas de mármol del suelo de la nave central, donde están enterrados 400 caballeros de la Orden, entre los que destaca el fundador de la capital maltesa Jean Parisot de la Vallette.
Una visita imprescindible
La Concatedral de San Juan es un ejemplo del esplendor del barroco en Malta. Su cuidada decoración y sus pareces recargadas de motivos dorados son difíciles de encontrar en cualquier otro lugar del país.
La catedral está formada por una nave central y ocho capillas laterales, que representan a las diferentes lenguas que se hablaban en la Orden. Es interesante echar un vistazo a cada capilla, decorada con motivos y símbolos de la nacionalidad a la que representa.
Sin duda el elemento más impresionante de la Concatedral es la bóveda. La pintura es obra del maestro italiano Matta Preti, que lleva a cabo un realismo supremo en cada figura representada. Preti también decoró las paredes laterales del altar mayor, pintadas con escenas de la vida de San Juan Bautista.
Los muros de la concatedral están tallados y decorados directamente sobre la piedra caliza, una técnica muy complicada y avanzada para la época.
Obras de Caravaggio en la catedral
Sin duda uno de los puntos más interesantes de visitar la Concatedral de San Juan es contemplar los dos cuadros de Caravaggio que alberga. La decapitación de San Juan es la pintura más importante y preside una gran sala anexa a la catedral. Se trata de una de las obras maestras de Caravaggio, que residió en Malta una temporada y formó parte de los Caballeros de la Orden.
En la Concatedral de San Juan también se encuentra San Jerónimo escribiendo, una obra de menor tamaño, pero cargada de simbolismo.