Mdina
Mdina es conocida como la Ciudad del Silencio por la tranquilidad e intimidad que se respira en sus calles estrechas. Descubre lo mejor de esta ciudad medieval amurallada que ha sido escenario de grandes producciones como Juego de Tronos.
En lo alto de una colina en el centro de Malta se levanta una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de Europa: Mdina. Este laberinto de calles estrechas y edificios de piedra caliza enamora a los miles de viajeros que vienen cada año a descubrir esta ciudad clave en la historia de Malta.
Historia
Mdina fue fundada por los fenicios que poblaron Malta en el año 700 a.C. Debido a su situación estratégica en una colina alejada del mar, esta ciudad amurallada se convirtió en la capital de Malta hasta 1530. Durante el periodo romano, Mdina fue rebautizada como “Citta Vecchia”.
Se cree que cuando el apóstol San Pablo naufragó en Malta, se asentó en Mdina y comenzó desde aquí a expandir el catolicismo por toda la isla.
A lo largo de su historia, Mdina ha estado habitada por fenicios, romanos, árabes y por los Caballeros de la Orden, que construyeron la mayor parte de los edificios que permanecen en pie hoy en día. Sin embargo, la estructura urbanística de Mdina corresponde al trazado típico de las ciudades árabes, con calles estrechas que se entrelazan entre sí.
En la actualidad, unas 3000 personas viven en Mdina, pero la ausencia de vehículos privados y autobuses hacen que se la conozca como la Ciudad del Silencio. Visitar Mdina es descubrir una de las mejores joyas patrimoniales de Malta para sentir la tranquilidad e intimidad que inspiran sus calles.
Qué ver en Mdina
- Catedral de San Pablo: esta iglesia barroca fue reconstruida por los Caballeros de la Orden tras un terremoto y hoy en día es uno de los edificios más icónicos del centro de Mdina. Entrada a la catedral de San Pablo y su museo.
- Palacio Vilhena: es el primer gran edificio que encontraréis al cruzar las puertas de Mdina. Una gran cruz de Malta tallada en el patio da paso a este bonito edificio barroco que alberga el Museo de Historia Natural.
- Palazzo Falson: se trata probablemente del edificio medieval mejor conservado de Malta. En su interior alberga una biblioteca con volúmenes históricos.
- Murallas: la parte más característica de Mdina son sus murallas. No dejéis de subir a la parte más alta de la ciudad para contemplar las increíbles vistas de Mdina desde sus murallas.
Sin embargo, consideramos que lo mejor que se puede hacer en Mdina es perderse por el laberinto de calles de su casco histórico y visitar las tiendas de los artesanos locales que trabajan el vidrio.
Debido a su cercanía con Rabat, os recomendamos aprovechar un mismo día para visitar estas dos ciudades claves en la historia de Malta.
Podéis acudir a Mdina en una excursión que incluye recogida y traslado y se realiza con un guía español:
Transporte
Autobús: líneas 51, 52, 53, 56 (parada Telgha).